Practicar deporte es clave para mejorar tus habilidades de liderazgo porque sus efectos repercuten directamente en una mejora de tu autoconfianza. A través del ejercicio se cultiva la ambición de conseguir los logros y de alcanzar una meta, cualidad esencial de todo buen líder.

Nuestra energía y fuerza física repercute de forma positiva en nuestro trabajo diario. Cuanta más resistencia, más capacidad de trabajo y mayor concentración. Dicho de otra manera, hacer ejercicio con regularidad nos ayuda a aumentar nuestra fortaleza y nos sirve de impulso para afrontar nuestro día a día.